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Desórdenes

TOC Argentina

Excoriación

El trastorno de excoriación consiste en lesionar frecuentemente la piel, lo que da lugar a lesiones cutáneas.

También se denomina dermatilomanía. Las personas intentan dejar de hacerlo, pero rara vez lo consiguen.

En general, buscan irregularidades en la piel, tales como granitos, bultos, cascaritas, picaduras de insectos... Las lesiones son producidas frecuentemente con las uñas, pero en ocasiones utilizan elementos, tales como alfileres, agujas y pinzas de depilar.

Suele comenzar en la adolescencia y afecta mucho más a las mujeres que a los hombres, en una proporción aproximada de 8 a 1.

Las áreas corporales más afectadas son la cara, el cuero cabelludo y las manos. En algunos casos, puede haber lesiones físicas significativas. Tres de cada cuatro personas con trastorno de excoriación utilizan diferentes formas de ocultar las lesiones. Las principales son el maquillaje y la ropa (mangas largas, pantalones largos, etc.).

Los episodios pueden durar pocos minutos o insumir varias horas. Las personas tienen, en promedio, unos ocho episodios diarios.

La conducta puede realizarse de forma totalmente automática, sin percatación, lo que en general ocurre cuando el sujeto está físicamente inactivo y absorto en otra actividad. En ocasiones, es desencadenada por ciertos estados emocionales, que varían mucho de una persona a otra.

Es considerada una conducta repetitiva centrada en el cuerpo, tal como morder las uñas, arrancar el pelo, morder la lengua, etcétera.

La terapia conductual es el tratamiento de primera elección. En ocasiones, es necesario realizar tratamiento psiquiátrico. Especialmente, cuando el cuadro es acompañado de ansiedad clínicamente significativa y/o depresión.