Tricotilomanía
La tricotilomanía es un trastorno mental que consiste en arrancarse frecuentemente el pelo, lo que da lugar a su pérdida. La persona intenta dejar de hacerlo, pero en general esos intentos resultan infructuosos.
Suele aparecer a comienzos de la adolescencia. Numerosos estudios indican que afecta mucho más a las mujeres que a los hombres, en una proporción aproximada de 9 a 1.
El pelo puede ser arrancado de cualquier área corporal. Las principales son el cuero cabelludo, las cejas, las pestañas y el pubis. Algunos incluso les arrancan el pelo a mascotas y a otras personas.
Se trata de una conducta esencialmente solitaria. Rara vez las personas se arrancan el pelo en presencia de otros. El secretismo y la vergüenza son más la norma que la excepción.
La tricotilomanía es considerada una conducta repetitiva centrada en el cuerpo, tal como morder las uñas, apretar granitos, rascarse compulsivamente, arrancar la piel de los labios, morder la lengua, etcétera.
La mayor parte de las personas se arrancan de forma automática, mientras realizan alguna otra actividad, sin mucha consciencia sobre la propia conducta, aunque también puede haber episodios conscientes.
Algunas personas con este diagnóstico tragan el pelo, lo que se conoce como tricofagia. En algunos casos, esto puede comprometer seriamente la salud y, eventualmente, requerir cirugía.
La duración de los episodios varía mucho de una persona a otra, e incluso en una misma persona en distintos momentos, desde pocos minutos hasta varias horas.
Los episodios ocurren frecuentemente durante actividades sedentarias, como mirar TV o leer, y también en momentos de estrés.
La terapia conductual es el tratamiento de primera elección. Dada la alta comorbilidad con ansiedad y depresión, es común que los pacientes también realicen tratamiento psiquiátrico.